Ufff, mi mente no para pensar y pensar. G. M. C. se enfadaría conmigo si me viera así, pensando en acontecimientos que ocurrirán en más de 24h después, pero es imposible, cada día que pasa, por la noche cierro los ojos y cabilo mucho y tengo miedo y tengo muchas paranoyas. En estos días que no he podido desahogarme por aquí porque me desconectan el ordenador por motu propio, como si no tuviera ni voz ni voto, que me han echado de la habitación, que me he despertado con un chorro de agua en la cara y gritos de buenos días cada mañana. ¿Es o no para pensar, que será después? Como dije, al empeorar la situación a límites tan inesperados, y al no haber mutuo acuerdo, pero sí cada vez más violencia, no me queda otra, aunque me duela desde lo más profundo y tenga que estar atada a un aparatito durante un largo tiempo o de por vida, para salvármela.
Lo único bueno, es que tengo a mi madre mucho más cerca (moralmente, claro está) y soy feliz por ello, aunque mi padre sigue siendo un hueso duro de roer a pesar de saber esa información. Pero sé que cuento con ella y que tengo aún una habitación y su amor. Doy gracias al destino por la madre que me ha dado, de verdad. Y también a mis amistades que me apoyan en este largo caminar y me animan a que encuentre el camino esperanzador de la Justicia, la libertad y el amor verdadero. OS QUIERO.
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